lunes, 28 de noviembre de 2011
domingo, 13 de noviembre de 2011
Jardines pensiles de Babilonia
Babilonia fue una antigua ciudad de la región de Mesopotamia, junto al río Eúfrates, que empezó a tener importancia con el reinado de Hammurabi (1792-1750 a.C.) siendo la capital de su imperio. El mayor esplendor de Babilonia llegó de la mano del rey Nabucodonosor II (604-562 a.C.) a quien se le atribuye la construcción de los jardines "colgantes", llamados así por una mala traducción ya que no colgaban, sino que se disponían en distintas alturas.
Según fuentes antiguas, Nabucodonosor II hizo construir los jardines para contentar a su esposa Amitis, una princesa meda que añoraba la vegetación de su país de origen. Otras fuentes sin embargo atribuyen la construcción de los jardines a Semíramis, reina de Babilonia, supuesta hija de una diosa y un mortal.
Los jardines se encontraban sobre construcciones escalonadas, en terrazas elevadas a distintas alturas y sustentadas por bóvedas o columnas de piedra, material poco frecuente en esa zona de desierto. Disponían de un sofisticado sistema de riego, con maquinaria para subir el agua del río a la terraza más elevada y de ahí distribuir el agua a las demás alturas.
Ctesias de Cnido, historiador griego del siglo V a.C. escribió:
“Al lado de la ciudadela estaba el edificio conocido como los Jardines pensiles. Este recinto arbolado era cuadrado con los lados de cuatrocientos pies de longitud (118 m), y en pendiente como un cerro con terrazas sobre terrazas como en un teatro. Durante la construcción de las terrazas se hicieron galerías debajo que soportaban el peso entero de los jardines, cada una levándose un poco sobre la anterior en el ascenso. La galería más alta, que tenía 75 pies de longitud (22 m), apoyaba el nivel más alto del jardín, y éste estaba al mismo nivel que las murallas de la ciudad. Los muros de esta estructura, que costaron una fortuna para construir, tenían 22 pies de grosor, y estaban separados por pasillos de 10 pies de ancho. Las galerías tenían un techo de vigas de piedra de 16 pies de largo por 4 de ancho. Encima de estas vigas había una capa de juncos puestos en una gran cantidad de alquitrán, después dos hileras de ladrillo cocido con argamasa, luego una capa de plomo para que la humedad del suelo no pudiese filtrarse. Sobre esto se amontonó tierra, con la profundidad suficiente para contener las raíces de los árboles más grandes...una galería tenía pozos abiertos desde los niveles más altos y maquinaria para subir el agua en grandes cantidades desde el río y suministrarlo a los jardines. Esta maquinaria estaba totalmente encerrada y por tanto no se veía desde fuera”. (www.plinia.net)
Robert Koldewey (1855-1925), arquitecto y arqueólogo alemán descubrió el conjunto religioso de Babilonia y los jardines pensiles. Hizo la siguiente reconstrucción basándose en los restos arqueológicos y en los datos de Ctesias de Cnido.
Según fuentes antiguas, Nabucodonosor II hizo construir los jardines para contentar a su esposa Amitis, una princesa meda que añoraba la vegetación de su país de origen. Otras fuentes sin embargo atribuyen la construcción de los jardines a Semíramis, reina de Babilonia, supuesta hija de una diosa y un mortal.
Los jardines se encontraban sobre construcciones escalonadas, en terrazas elevadas a distintas alturas y sustentadas por bóvedas o columnas de piedra, material poco frecuente en esa zona de desierto. Disponían de un sofisticado sistema de riego, con maquinaria para subir el agua del río a la terraza más elevada y de ahí distribuir el agua a las demás alturas.
Ctesias de Cnido, historiador griego del siglo V a.C. escribió:
“Al lado de la ciudadela estaba el edificio conocido como los Jardines pensiles. Este recinto arbolado era cuadrado con los lados de cuatrocientos pies de longitud (118 m), y en pendiente como un cerro con terrazas sobre terrazas como en un teatro. Durante la construcción de las terrazas se hicieron galerías debajo que soportaban el peso entero de los jardines, cada una levándose un poco sobre la anterior en el ascenso. La galería más alta, que tenía 75 pies de longitud (22 m), apoyaba el nivel más alto del jardín, y éste estaba al mismo nivel que las murallas de la ciudad. Los muros de esta estructura, que costaron una fortuna para construir, tenían 22 pies de grosor, y estaban separados por pasillos de 10 pies de ancho. Las galerías tenían un techo de vigas de piedra de 16 pies de largo por 4 de ancho. Encima de estas vigas había una capa de juncos puestos en una gran cantidad de alquitrán, después dos hileras de ladrillo cocido con argamasa, luego una capa de plomo para que la humedad del suelo no pudiese filtrarse. Sobre esto se amontonó tierra, con la profundidad suficiente para contener las raíces de los árboles más grandes...una galería tenía pozos abiertos desde los niveles más altos y maquinaria para subir el agua en grandes cantidades desde el río y suministrarlo a los jardines. Esta maquinaria estaba totalmente encerrada y por tanto no se veía desde fuera”. (www.plinia.net)
Robert Koldewey (1855-1925), arquitecto y arqueólogo alemán descubrió el conjunto religioso de Babilonia y los jardines pensiles. Hizo la siguiente reconstrucción basándose en los restos arqueológicos y en los datos de Ctesias de Cnido.
martes, 1 de noviembre de 2011
San Juan de Gaztelugatxe
Gaztelugatxe es un islote de la localidad de Bermeo, en Vizcaya, Pais Vasco. Está unido a la costa por un puente de dos arcos y se encuentra en un biotopo protegido entre el cabo de Machicaco y la localidad de Baquio. Esta atravesado por túneles y adornado por varios arcos.
En lo alto del islote se encuentra la ermita de San Juan, que se supone del siglo X y de origen templario. El acceso desde la costa se realiza por un puente de piedra y el ascenso por una sinuosa escalera de 237 escalones. Es tradición subir y tocar tres veces la campana para pedir un deseo.
Un maravilloso lugar del litoral vasco donde disfrutar de un bonito paisaje.
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